por Daniel Keyes

20 de Abril

Estoy enfermo por dentro, No enfermo para ir a buscar al médico, sino que parece que tenga el pecho vacío y que me arda el corazón al mismo tiempo.
No iba a escribir sobre esto, pero creo que tengo que hacerlo porque es importante. Hoy ha sido la primera vez que he regresado directamente a casa después del trabajo.
Anoche Joe Carp y Frank Reilly me invitaron a ir con ellos. Había muchas chicas y algunos hombres de la fabrica. Yo recordé lo enfermo que me había puesto la última vez que bebi demasiado, de modo que le dije a Joe que no quería beber nada. Joe me dio un trozo de galleta para comer. No era mala, pero creo que me dejó un mal gusto en la boca.
Durante un rato nos divertimos mucho. Joe dijo que yo tenía que bailar con Ellen y ella me enseñaría los pasos. Me caí unas cuantas veces y no podía comprender porque, ya que nadie estaba bailando aparte de Ellen y yo, Y todo el rato estaba tropezando porque el pie de alguien se enredaba en los mios.
Luego, cuando vi la expresión de la cara de Joe sentía una sensación de malestar en la boca del estómago, «Es un bromista», dijo una de las muchachas. Todo el mundo se estaba riendo.
Frank dijo: «No me he reído tanto desde que le enviamos a buscar el periódico aquella noche, en el Muggsy, y le dejamos completamente curda».
«Miradle. Se ha puesto colorado.»
«Está ruborizándose. Charlie está ruborizándose.»
«Oye, Ellen, ¿qué le has hecho a Charlie? Nunca le había visto reaccionar de este modo.»
Yo no sabía qué hacer ni a donde mirar. Todo el mundo me estaba mirando y riendo y yo me sentí desnudo. Deseaba ocultarme. Eché a correr y salí a la calle. Luego me marché a casa andando, Es curioso que nunca supiera que Joe y Frank y todos los demás sólo querían estar conmigo para reírse de mí.
Ahora sé lo que quieren decir cuando hablan de parecerse a Charlie Gordon.
Estoy avergonzado.

No hay comentarios: