por Daniel Keyes

Informe de progresos 12 - 30 de Abril

INFORME DE PROGRESOS 12
Abril 30.

He dejado mi trabajo en la Donnegan's Plastic Box Company. Míster Donnegan insistió en que seria mejor para todos que yo me marchara. ¿Qué es lo que he hecho para que me odien tanto?
La primera noticia que tuve del asunto fue cuando míster Donnegan me enseñó la petición. Ochocientos cuarenta nombres, todos los obreros de la fábrica, excepto Fanny Gierden. Al repasar rápidamente la lista, vi que el suyo era el único nombre que faltaba. Todos los demás pedían que yo fuese despedido.
Joe Carp y Frank Reilly no quisieron hablar del asunto. Nadie quiso hablar conmigo del asunto, excepto Fanny. Fanny es una de las pocas personas que conozco que actúan de acuerdo con lo que creen a pesar de todo lo que el resto del mundo pueda decir, hacer o pensar. Y Fanny creía que yo no tenia que ser despedido. Se había opuesto a la petición desde el primer momento y se mantuvo firme en su posición a pesar de las presiones y de las amenazas de que había sido objeto.
—Lo cual no quiere decir —observó Fanny— que yo no crea que hay algo muy extraño en lo que te ha ocurrido, Charlie. Has cambiado mucho. Eras un hombre bueno, obediente, normal... tal vez no demasiado brillante, pero honrado. Quién sabe lo que has hecho contigo mismo para convertirte repentinamente en un hombre tan listo... Como todo el mundo dice por aquí, Charlie, la cosa resulta un poco misteriosa.
—Pero, ¿cómo puedes decir eso, Fanny? ¿Qué hay de malo en que un hombre adquiera inteligencia y desee aumentar sus conocimientos y comprender el mundo que le rodea?
Fanny inclinó la mirada sobre su trabajo y yo me volví para marcharme. Sin mirarme, Fanny dijo
—Cuando Eva escuchó a la serpiente y comió el fruto del árbol del conocimiento, fue obra del demonio, Cuando vio que estaba desnuda, fue obra del demonio... De no haber sido por aquello, ninguno de nosotros se hubiera hecho viejo, ni hubiera conocido las enfermedades, ni hubiera muerto.
De nuevo la sensación de vergüenza ardía dentro de mi. Esta inteligencia ha levantado una barrera entre mi persona y los hombres y mujeres a los que conocía y quería. Antes, se reían de mí y me despreciaban por mi ignorancia y estupidez; ahora, me odian por mis conocimientos y por mi comprensión. ¿Qué es lo que quieren de mí, en nombre del cielo?
Me han echado de la fábrica. Ahora estoy más solo que nunca...

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